El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, van a rubricar y a presentar este lunes en Almonte (Huelva) el acuerdo que han alcanzado ambas administraciones sobre medidas para el Parque de Doñana y su entorno, cuya convocatoria pública se hace bajo el título de Acuerdo por Doñana.
La secuencia del acto, que ya ha difundido la Junta de Andalucía, tiene como epicentro la rueda de prensa de Moreno y Ribera a las 12,45 horas que ofrecerán en el Teatro Ciecema de Almonte. A ese acto le antecede la firma del protocolo de actuaciones a las 12,30 horas en ese mismo escenario.
Antes de esto, a las 9,20 horas habrá una visita conjunta del presidente andaluz y la vicepresidenta y ministra al Parque Nacional de Doñana, concretamente, al Centro de Visitantes de La Rocina en el término municipal de Almonte (Huelva).
Esta firma del denominado Acuerdo por Doñana se produce un mes y medio después del encuentro que Moreno y Ribera mantuvieron el 3 de octubre en el Palacio de San Telmo, jornada en la que se dieron un mes de plazo para que fructificara esta negociación bilateral.
Ribera aseguró el día 10 de este mes de noviembre en Málaga que «estamos trabajando muy bien», así como que «espero que en los próximos días podamos presentarlo el presidente de la Junta y yo misma», prosiguió explicando, a lo que añadió su confianza en escenificar ese acuerdo «también incluso visitando juntos el Parque».
Un trabajo a dos bandas que arranca en la negativa del Estado a aceptar el contenido de la Proposición de Ley que PP y Vox tienen registrada en el Parlamento de Andalucía y que busca propiciar que terrenos que en ahora son de naturaleza forestal pasen a ser calificados como suelos agrícolas regables con aguas superficiales en los municipios que se sitúan al norte de la Corona Forestal de Doñana, que comprende los términos municipales de Almonte, Bonares, Lucena del Puerto, Moguer y Rociana del Condado.
En este tiempo se ha abierto una negociación que ha tenido como protagonistas a los consejeros de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz; de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco; y la consejera de Agricultura, Pesca, Agua, y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, y al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, como principal representante gubernamental.
En este periodo de tiempo esa mesa negociadora ha mantenido una interlocución con diferentes sectores implicados en la búsqueda de una negociación, ya sean agricultores de la zona, ayuntamientos o sindicatos.
Moreno defendió ese 3 de octubre el aplazamiento del debate final de la Proposición de Ley «en beneficio de que tengamos tiempo de poder dialogar, conversar, construir, mejorar, proponer; en definitiva, de poder avanzar».
LA COMPRA DE TERRENOS A AGRICULTORES COMO SOLUCIÓN
En aquella comparecencia conjunta de 3 de octubre de Moreno y Ribera, la vicepresidenta y ministra defendió «intentar encontrar las propuestas que, respetando la legalidad ambiental y las aspiraciones sociales, satisfagan en mayor medida a todos los habitantes».
En el turno de preguntas de la rueda de prensa de aquel 3 de octubre, cuestionados ambos por la compra de tierras, Ribera blandió las partidas previstas por el Gobierno en su Marco de Actuaciones Alternativas para Doñana, dotado con 350 millones de euros, con la finalidad de atender el compromiso con Bruselas de «liberar aguas para Doñana» y de esta forma «cerrar el procedimiento de infracción de la Unión Europea».
«El plan de compra de terrenos es para la reducción de la presión sobre Doñana», argumentó entonces Ribera ante la hipótesis de comprar terrenos a aquéllos agricultores que, en el llamado coloquialmente como Plan de la Fresa de 2014 que es el Plan Especial de Ordenación de las zonas de regadío al norte de la Corona Forestal de Doñana, sus terrenos no se catalogaron como regadíos y permanecen en un limbo jurídico, argumento de la Junta para que el Partido Popular impulse la Proposición de Ley conjuntamente con Vox.
Teresa Ribera advirtió de que «es más convicente ofrecer alternativas viables que no son más agua», en alusión al Marco de Actuaciones del Gobierno, convencida de que «es difícil que haya» y expresó su confianza en establecer «un escenario donde todo el mundo piense que es mejor consolidar esas alternativas que confiar en más recursos hídricos».
La representante gubernamental defendió que el futuro trasvase de casi 20 hectómetros cúbicos procedentes de la Demarcación del Tinto-Odiel-Piedras «nos ha permitido cerrar 490 pozos legales», a lo que sumó la clausura de otros 239 ilegales, para colegir entonces que «esta tarea la tenemos que completar».
Moreno apeló entonces a «buscar una solución a los problemas» y explicar que «somos humildes para entender otros ángulos de visión», mientras se ha reafirmado en encontrar soluciones a «los problemas de familias que están en un limbo», convencido de que «no hay protección ambiental sin apoyo social».
En cuanto a cómo encajen los afectados esta negociación, indicó el presidente de la Junta que «puede ser recibido de muchas maneras» y señaló que «hemos sido muy leales siempre», incluido que «el consejero (Ramón Fernández-Pacheco) les ha trasladado que íbamos a negociar», antes de convencerse de que «si contentamos a la mayoría significa que habremos conseguido mucho».Copiar al portapapeles